4 de diciembre de 2009

La luna

Mi amigo Ángel siempre que me ve en mis horas bajas me dice una frase de un libro que leyó y por lo visto le caló hondo:
-Luz, para que investigues el motivo de tu tristeza.
Y ahora, que estamos en invierno y apenas hay luz, le he preguntado...
-¿Y en diciembre? ¿De dónde saco la luz para investigar mis penas?
Me ha contestado con total seguridad, como si la respuesta fuese obvia.
-¡De la Luna! ¿De dónde la ibas a sacar?
Y claro, esto me ha dado tema sobre el que pensar durante todo el día. Esta semana hay luna llena. Luna resplandeciente y repleta de luz. ¡Qué coincidencia! Esta noche, al volver a casa, me he parado y he mirado al cielo, deseando que los rayos de Luna me alcanzasen y me transmitiesen un poco de la esperanza que tanto necesitaré este puente.


Desde el principio de los tiempos la humanidad se ha sentido fascinada por ella. Ha sido objeto de reflexión por parte de los científicos e inspiración para los artistas.
Aquí os dejo una recopilación de obras que el ser humano ha creado inspirándose en la Luna. Para todos los gustos.
EN LAS NOCHES CLARAS
En las noches claras,
resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres.
Gloria Fuertes

La Luna se aleja lentamente de la Tierra, a razón de 38 mm por año, 3 metros cada siglo (o al menos eso es lo que he leído).

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas
Jaime Sabines
Sus mares y océanos no contienen una sóla gota de agua pero se tienen curiosos nombres: Mar de Crisis, Mar de la Serenidad, Mar de la Fecundidad, Mar de Néctar, Mar de la Tranquilidad y Océano de las Tempestades.

VIAJE
Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.
¡Es la misma de anoche,
la misma de mañana.
Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.


La Luna se nos va pero los hombres no pierden el tiempo. Ya han comenzado a vender parcelas en la Luna por un valor de 6,8 millones de dólares.
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
Federico García Lorca
Brilla la luna triste,
de sus ojos brotan lágrimas,
un lucero la acompaña,
en su silenciosa morada.
Hilillos de luz me lanza,
con absoluta ternura,
mis ojos besar procura,
para arrullarme en mi cama.
Bombilla de mi alma eres,
dulce canción que me calma,
esas penas que aún cabalgan,
en mi corazón que te quiere.
Brilla La luna triste,
porque mis besos no te alcanzan,
acompáñame en mi andanza,
por los caminos que existen.
Luciérnaga de mis noches,
faro inmenso,
corazón en llamas,
permite que mi poema llegue,
a tu mirada lejana.
Jhonny Caro

Un beso de luna para todos y cada uno de vosotros.
Y un rayito de ternura.

FELIZ FIN DE SEMANA/PUENTE

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