Hace casi un año, en una hora en la que faltó mi
profesora de física y química, comencé una especie de “juego” con mi compañera
de mesa. Cada una le decía cuatro palabras cualesquiera a la otra y con ellas
debíamos escribir una pequeña historia. Fue entonces cuando descubrí la
tremenda capacidad inventiva de Ana y cuando me di cuenta de que lo mío en el
mundo de las letras era tan sólo un pasatiempo.
Este es uno de los primeros relatos que escribí, si no el primero...
Este es uno de los primeros relatos que escribí, si no el primero...
Palabras: estrella,
ojos, atrás y rubí.
Todavía
no había descubierto el sentido de la vida cuando recibió la visita fatal.
La
nostalgia llegó a él para quedarse. Su vida cambió radicalmente. Ahora él era
vasallo del tiempo, sus ojos no hacían más que mirar atrás, hacia un pasado
para siempre perdido. Olvidó sus perspectivas de futuro y debido a eso, la
estrella que llevaba dentro le abandonó. En lo más hondo de su alma se dio
cuenta de lo que estaba sucediendo, sin embargo no pudo hacer nada para
evitarlo.
Anoche
creyó ver un rubí en el cielo. Lo primero que le llamaba la atención desde
hacía meses. Seguramente solo fue un efecto visual ¡Pero que bonito sería creer
que una piedra preciosa ha logrado alcanzar la bóveda celeste!
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