12 de enero de 2010

Sólo para valientes

La vida es sólo para gente con mucho coraje.
Para los pusilánimes, como yo, no hay sitio.
Hata hace unos días no me consideraba débil pero supongo que rocé el límite de la cordura y ahora estoy viviendo en el limbo.
El lunes de madrugada, mientras nevaba, subí a la azotea, y allí, entre el blanco eterno, soñé que me lanzaba al vació. Metros de caída libre. Y al final... a punto de chocar con el suelo, mis brazos se transformaban en alas y subía hacia el cielo, en busca de la luna.
Pero no soy un pájaro. No vuelo.
Vivo en la tierra. En la tierra pero cayendo.

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