Hoy los rayos de sol que inciden en mi cuerpo son como tus abrazos. El calor, tus besos recorriendo mi espalda. La brisa, tus manos jugando con mi cabello.
Y aunque sepa que en diez minutos te voy a ver, la espera no deja de ser emocionante. Mariposas en el estómago. ¡A estas alturas! Quién lo iba a decir... Nervios a flor de piel. Adrenalina. Éxtasis. Calor. Mucho calor.
Eres como un rayito de sol que entra por la ventana y alegra el día a aquel que sólo esperaba encontrar nubes en el horizonte.
Pues eso, que eres mi rayito de sol.
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