Yo, que creía en pájaros y libertades, en alas siempre abiertas, en vuelos lejanos y eternos. Yo, que creía en el espacio vital, en la suavidad del amor distante... Experimento dicha y dolor tras estas rejas. Me escondo en tus brazos/ escudo. Me recreo en tus ojos intimidantes y agresivos. Me pierdo en tu mirada asfixiante, dueña de todo. Escucho tus hirientes palabras y las repito hasta hacerlas mías.
Eres poseedor de cada uno de mis latidos.
¿Qué pálida esta noche? ¿Qué vacío el mundo cuando no podemos
compartirlo? ¿Qué agradable cárcel la de tus manos? ¿Qué deliciosa
tortura? ¿Qué agonía más placentera?
No.
Qué
loca
realidad
más
atroz.
#NiUnaMás
No.
Qué
loca
realidad
más
atroz.
#NiUnaMás
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