Todos tenemos nuestros océanos que cruzar, obstáculos que sortear,
miedos que superar, y sueños por cumplir. A cada uno nos toca lidiar con
los propios, y aunque a veces nos pueda parecer una temeridad
enfrentarnos a ellos, he de decir que merece la pena. Merece la pena
dejarse la piel en cada intento, arriesgarse a la pérdida, exponerse al
fracaso, levantarse tras las caídas, y seguir la lucha, día a día. Y sí,
es cierto, para ello hay que reunir una gran cantidad de coraje, pues
el recorrido no es fácil, pero nadie dijo que la vida fuese un camino de
rosas.
Echémosle valor para vivir como queremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario