He descubierto otra gran pasión... ¡Escribir cartas!
Parece
anticuado y cursi, pero... qué poco cuesta un sello en comparación con
la alegría o ilusión que puede proporcionar recibir la carta/ postal.
Comprar un buen sobre y un bonito papel, dedicar un tiempo a pensar en
una persona y en lo que la quieres decir, escribir a bolígrafo, eligir
las palabras (sin poder borrarlas), ir a la oficina de correos, comprar
un sello, y finalmente, echar la carta al buzón... Un proceso un poco
más elaborado que el wassap, y con algo más de encanto...
Creo que voy a hacer mía esta costumbre inglesa.
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