4 de mayo de 2010

Tinieblas

Caminas. Te pesa el cuerpo. Miras el reloj. Tienes tiempo de sobra, hasta dentro de diez minutos no pasa el autobús. Sacas los apuntes de química y empiezas a repasar. Sientes náuseas, quizás por el examen, quizás por tu estado convaleciente, y a pesar de ello continúas de pie, pues sabes que si te sientas te vas a quedar dormida. La noche anterior ha sido terrible. Has estado tumbada en la cama diez horas pero apenas has conseguido conciliar el sueño. En ese estado de duermevela podría decirse que has tenido un par de sueños. Sueños oscuros y llenos de tinieblas. Te recorre un escalofrío por la espalda. Mejor no recordar. Concéntrate. Química.


Y de repente te golpea la verdad. Es como una bofetada. Son las once. El examen era a las diez y llevas toda la mañana pensando que era a las doce. Pero no. Sacas la agenda y allí está, apuntado. Las diez. Sientes impotencia. Llevas una semana estudiando. El profesor te ha dado otra oportunidad porque en realidad el examen fue el viernes pasado pero tú no pudiste hacerlo. Te quedas como atontada, sin saber reaccionar. Al final, levantas la vista de la agenda y descubres que el autobús ha llegado. ¿Para qué? Ya no lo necesitas. Ahora puedes volver a... No, mejor te vas a casa. Te aseguras de que tienes las llaves y, mochila al hombro, te diriges a tu hogar.


El viento agita tu pelo azotándote la cara. Se te escapan unas lágrimas. Bajas la cabeza.Te escondes porque te avergüenzas de ti misma. Te gustaría pararte en medio de la acera y gritar tu angustia. Dejar que el aire se llevase ese grito que te corroe las entrañas y te enturbia el alma.


Cuando llegas a casa te das cuenta de que tienes el rostro pálido y demacrado y los ojos hinchados. Tu cara es un fiel reflejo de tus emociones. La pena te está consumiendo. Y de pronto te ahogas. Todo está oscuro. El torbellino en el que tu mente se ha convertido te arrastra hacia las profundidades. Te vas a desmayar en unos segundos. Y, en tu camino a la pérdida del conocimiento, sólo te acompañan las tinieblas.

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