Pues ya estamos a 31 de diciembre. Tal día como hoy, mi abuelo habría
soltado su manida broma: "Esta mañana he visto en la plaza un hombre con
más ojos que días tiene el (este) año". Es una tontería, pero tras años
escuchándola, ya no puedo pasar una nochevieja sin pensar en esa frase.
El subconsicente siempre nos acerca a nuestras costumbres...
Podría
decir muchas cosas, pero las palabras no alcanzan para explicar algunas
emociones. Cuando se trata de asuntos vitales... no hago
balances (eso se lo dejo a los economistas). Mi única certeza es que
merece la pena. No se trata de sobrevivir a un año, sino vivir
intensamente cada día. Y lo sé, sé que la vida puede ser maravillosa
pero también muy puta. Habrá a quien le haya ido mejor últimamente y a
quien le haya ido peor y esté hasta las narices de leer reflexiones de
nochevieja, así que seré breve: nada termina esta noche, nada excepto un
convencionalismo denominado "año" (que no es otra cosa que 365 días);
todo lo demás sigue. Mañana tan "sólo" emepezará un nuevo día, y como
siempre, una nueva lucha con sus nuevas oportunidades.
Gracias a
quien corresponde por hacerme vivir el amor y el hogar, gracias a quien
corresponde también, por hacerme vivir la amistad, y gracias a los demás
por formar, o haber formado, parte de mis días. Deseo que tengáis (y
compartáis) muchos momentos de paz y felicidad.