13 de diciembre de 2013

Pinchazo doloroso

Dices: “Siempre tienes que ir un paso más allá”.
Y tienes razón. Me encantaría conformarme con el paso que acabo de dar, parar, respirar hondo y disfrutar de las vistas desde aquí, pero siempre hay algo dentro de mí que me impulsa a querer ir más allá. Porque… ¿Y si un poco más lejos encuentro lo que busco? ¿Y si resulta que, efectivamente, todo es demasiado poco porque existe algo maravilloso más allá de la cima? ¿Cómo no voy a excederme? ¿Cómo me voy a arriesgar a perdérmelo? Por eso, a mi parecer, nunca nada es suficiente.
Aciertas con tus palabras como si clavases alfileres en motas de polvo. Y ellas no pueden sangrar, pero el pinchazo les duele igualmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario